sábado, 5 de marzo de 2011

El posnatal desnuda desigualdades demográficas y sociales

El gobierno anunció propuesta de extensión de posnatal a seis meses, es decir, 12 semanas adicionales a lo que está vigente. Una idea novedosa es que ésta extensión podrá ser tomada por el padre si así  lo estiman ambos (antes sólo era por pocos días). Restan algunas dudas y precisiones pero es claro que esta idea cuenta con el apoyo de la mayoría de la población. Los reembolsos del salario que la trabajadora percibió hasta antes de la licencia serían de 100% con un límite de 30 UF, es decir alrededor de 650 mil pesos. (8 de cada 10 mujeres que reciban este beneficio adicional percibirán el 100% de sus remuneraciones durante ese periodo de descanso).


Esta medida está respaldada por las organizaciones de salud por el positivo impacto de que la madre permanezca cerca de su hijo tanto por la lactancia como por otras razones de salud  (la Sociedad Chilena de Pediatría, indica que también reduciría el impacto de enfermedades como leucemias, asma y muerte súbita). No obstante, con el proyecto se han desnudado diferentes problemas relacionados con las desigualdades nacionales que en este caso se manifiesta en cobertura y las diferencias de natalidad por sectores.


En Chile nacen alrededor de 230 mil personas al año. Según datos de la Casen (2009), el 45% de ellos nace en los tres primeros deciles, es decir, en familias que perciben menos de $63 mil; $197 mil; y $275mil pesos per cápita, respectivamente.


Se investigó en la base de datos de la Casen 2009 cual era la situación laboral de las mujeres que tuvieron intervenciones u hospitalizaciones relacionadas con el embarazo o con el parto (incluyendo cesáreas) lo cual permite obtener otras conclusiones importantes, a saber:



a) Solo el 32% de las mujeres que tienen hijos, trabajan


Además, en la  medida que aumentan los ingresos familiares las mujeres trabajan con mayor frecuencia. En el decil más pobre trabaja el 9% de las nuevas madres y en el decil más rico lo hacen el 83%. Esto da cuenta -de paso- del fracaso de las políticas de prevención del embarazo adolescente que afecta especialmente a los grupos más pobres.


b) como no todas las trabajadoras tienen contrato, solo el 23% de las madres reciben indemnizaciones de pre y posnatal (cerca de 53.000 partos)


La situación es mucho más discriminatoria porque la precariedad laboral de Chile hace que solo tienen derecho a estos beneficios las mujeres que, además de trabajar, tienen un contrato formal. Las trabajadoras por cuenta propia y las que no tienen contratos regulares no tendrán acceso a los beneficios de la seguridad social, es decir, entre ellos a ser reembolsadas con su salario durante las 18 semanas que incluye el pre y posnatal.Nuevamente las diferencias son notorias entre los grupos sociales. Solo el 3% de las madres del primer decil serán reembolsadas así como el 60% de las madres del 10% más rico.


En suma, siguiendo a la Casen, sólo el 23% de las mujeres que tienen hijos en Chile están cubiertas por la seguridad social dando lugar al sistema de indemnizaciones por natalidad. Las demás mujeres no tienen este derecho.


Ahora bien, para algunos (al parecer la opinión de los ministros de Hacienda Velasco y Larraín) esta medida tendría un efecto mayor sobre las finanzas públicas. Un estudio de la Universidad Católica (Pilar Pérez y Verónica Valdés) señalan que en primer lugar habría un ahorro de alrededor de $300 mil para las familias por la compra de leches alternativas; pero además hay importantes ahorros por reducción de enfermedades y pagos de sala cuna para los empleadores. Asimismo, otro estudio de la consultora Altura Management de 2008 señala que “Hoy en día, a cada licencia maternal que se entrega en nuestro país, hay que sumarle un promedio de 72.1 días adicionales de descanso materno producto de la enfermedad del hijo menor de 1 año, en comparación a los 12,2 días de 1991. Para Altura Management  habría un mal uso evidente del beneficio…” pero reconoce que esta propuesta que circula “desde el debate iniciado el 2003, es la de aumentar de 12 a 24 semanas el período de post natal, con cargo del gobierno”.


Los cálculos de Altura Management difieren de los que ha anunciado autoridades gubernamentales: “los recursos necesarios para implementar esta medida, bordean los 20.000 millones de pesos anuales a partir del año 2009 hasta el 2016” (siete veces menos que lo que indicó la Ministra Matthei).


En definitiva, ampliar a seis meses el reposo maternal es un avance importante que solo había sido trabado por economicismos extremos que han primado en los sucesivos ministros de Hacienda. En segundo lugar, hay dos tercios de trabajadoras- madres que no tienen acceso a beneficios. Las madres que permanecen en el hogar pueden acceder cuando más (si acreditan pobreza) a un subsidio maternal de alrededor de $6,500.


Si la ampliación del subsidio perjudicará el trabajo femenino es exactamente lo mismo que se argumentó cuando éste no existía y la discriminación hacia las mujeres es independiente de la desprotección existente. Se ha escuchado a empresarios del sector del comercio reclamar que sería el más “perjudicado”. Recordemos que el subsidio lo paga el Estado y que las calificaciones necesarias para reemplazar por ejemplo a vendedoras no reflejan un costo significativo. Aún así sería posible pensar en subsidiar la calificación de personas que pudiesen hacer estos reemplazos: Un nacimiento es un evento que se conoce con mucha anticipación.



Rafael Urriola
Director Programa Protección e Inclusión Social. Chile 21
el mostrador

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