jueves, 5 de enero de 2012
Investigadores en una conferencia sobre cáncer de mama indicaron que esta enfermedad podría ser evitada hasta un tercio de las veces si se realizan ciertos cambios en el estilo de vida; por ejemplo, la comida elegida. Quizás sea una sorpresa para muchos enterarse de un alimento que está directamente relacionado con el cáncer de mama y que se consume a diario mediante la forma de leche o productos lácteos.
El riesgo está al consumir leche de vacas tratadas con la hormona de crecimiento bovino sintética, ingenio genético llamado rBGH, y utilizado por -adivine quién- Monsanto, en alrededor de un tercio de las vacas lecheras de Estados Unidos. Todos los productos elaborados a partir de la leche de estas vacas se encuentran contaminados con esta peligrosa hormona, no importando si es queso, yoghurt, mantequilla, leche entera, etc.
Pero, ¿por qué se utiliza un producto tan nocivo en una fuente importante de la dieta humana? La respuesta es simple: aumentar la producción de leche para ganar más dinero.
A pesar de que la ciencia ha demostrado que esta práctica es dañina tanto para humanos como para las vacas, la rBGH es una versión recombinada genéticamente del recurso natural bovino somatotropina (BST), que la vacas producen de manera natural en la glándula pituitaria. Aquí es donde Monsanto vio el negocio y desarrolló una versión recombinada gracias a la bacteria Escherichia coli, que comercializa con el nombre de “Posilac”.
jueves, 15 de septiembre de 2011
Si tienen aprecio por la musica ¿porque decimos que no sienten?
llegara el dia donde el hombre no mate por gusto.
sábado, 4 de junio de 2011
El agente causante de la enfermedad de las vacas locas se transmite por el aire

El estudio estuvo a cargo del profesor Adriano Aguzzi y un grupo de científicos provenientes de las universidades de Zúrich (Suiza) y Tübingen (Alemania), a quienes se sumaron científicos del hospital universitario de Zúrich.
Aguzzi calificó los resultados obtenidos por el estudio como “totalmente inesperados”. Estos se basaron en la experimentación realizada con ratones, los que fueron encerrados en cámaras especiales y expuestos a aerosoles con priones.
Transcurrido un minuto desde que los pobres ratones fueron dejados a su suerte, los investigadores comprobaron que la totalidad de estos se habían contagiado con una enfermedad degenerativa del sistema nervioso central. De hecho mientras más duró el período de exposición a este patógeno menor fue el período de incubación de la enfermedad en los ratones, por lo que los síntomas clínicos de la enfermedad se manifestaron mucho antes.
Fue precisamente un prión –proteína que carece de genoma y ácidos nucleicos- el agente infeccioso responsable de la epidemia del mal de las vacas locas (conocida también como encefalopatía espongiforme bovina) y que provocó la muerte de unas 280 mil vacas en la última década.
Dicha enfermedad puede ser transmitida a los seres humanos cuando estos consumen productos procedentes de animales infectados, causando una variante del mal de Creutzfeldt-Jakob. Esta enfermedad provoca la destrucción progresiva de las células cerebrales, calculándose que hasta el momento habría causado la muerte de unas 300 personas.
Hasta el momento los investigadores habían logrado comprobar que los priones podían transmitirse a través de instrumentos quirúrgicos que estuviesen contaminados y, en menor medida, mediante transfusiones de sangre proveniente de una persona contagiada. Es por esta razón que el resultado de los experimentos fue tan sorprendente para los investigadores.
A partir del estudio liderado por Aguzzi se espera que se adopten una serie de medidas de precaución tanto en los laboratorios como en los mataderos y en las fábricas de alimentos. Claro que el investigador subrayó el hecho de que los resultados se obtuvieron con aerosoles producidos en los laboratorios y que, aquellos pacientes que sufren de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob no exhalan priones.
Como para respirar más tranquilos.
Gracias a fayerwayer
fuente original http://www.plospathogens.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.ppat.1001257